“En la posguerra comíamos gatos y estamos a punto de empezar a volver a hacerlo” digo, como título

“En la posguerra comíamos gatos y estamos a punto de empezar a volver a hacerlo” digo, como título

miércoles, 6 de agosto de 2014

Tener sábanas es tener una casa si estiras las piernas adecuadamente.

a)
Existe este momento de ira,
existe este buscarte boca abajo
retroceder es otra cosa, es algo donde pierdes la memoria,
yo sólo retrocedo por tu ausencia
como un cangrejo roto por mil manos
mil ojos sedientos de su carne.
Existe este morirme boca arriba, 
sin manos y sin bocas que se sacien
sin agua tierra o aire, sólo tú, tu ausencia
dominándolo casi todo.
Mis hilos descarriando casi ahora
tu tiempo en otro sitio, desconozco
las iras que subyacen en la espalda.



b)
Hay que limpiar los cristales rotos de la casa,
acaso hay prioridad en limpiar los cristales
rotos
tirar el muestreo del afecto
herido sobre el objeto casual que vino a perder la entidad cuando llegó
el carácter
hay que limpiar los sonidos rotos de la casa,
acaso hay prioridad en acabar con el resto
endémico de nuestros demonios, acaso hay
que limpiarse, ducharse cada vez que la palabra salga a traicionarnos, ducharse cada vez
que la herida vuelva que la herida vuelva a supurar
terrenos
de sinceridad dolor tristeza sentir saber.
¿Acaso hay que limpiar? Acaso hay que acabar
con los charcos, acaso la sequía. La sequía.
La sed. La dirección.
La casa.


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